El enfoque del artículo de Peter Esho fue un poco diferente esta semana. Pasamos mucho tiempo enfocándonos en los movimientos en ciertos mercados, tasas de liquidación, hechos y cifras. Pero a veces necesitamos sentarnos y mirar el panorama general.
Como el mundial de fútbol de la FIFA.
Uno de los temas más interesantes son las sorpresas, tanto Arabia Saudita como Japón sorprendieron a grandes del fútbol como Argentina y Alemania en la primera semana. El fútbol es un deporte mundial y, a menudo, un microcosmos para la vida cotidiana.
Los resultados del fútbol me recuerdan a que en Australia vivimos en una isla, una burbuja muy occidental. El mundo entero está en constante cambio. Cada nación tiene sus propias aspiraciones y realidades únicas. El mundial nos muestra ese ritmo de cambio.
Arabia Saudita tiene una de las poblaciones menores de 40 años de más rápido crecimiento en el mundo. Dos tercios de la población tiene menos de 40 años. Ha habido una gran cantidad de reformas económicas y sociales en el país, que sin duda continuarán. La mayor parte del cambio nunca lo veremos o entenderemos. Pero está sucediendo.
Japón también es un jugador global importante, aunque la demografía no es tan favorable para Arabia Saudita. Probablemente todo lo contrario. Aún así, Japón es la tercera economía más grande del mundo (más grande que Alemania) y el hogar de 125 millones de personas.
El punto de Peter de esta semana no es un análisis o comparación de fútbol. En cambio, es una oportunidad para dar un paso atrás y observar los cambios que probablemente dominarán los mercados de inversión en las próximas décadas.
Cambios que muchas veces se nos pasan por alto porque vivimos en un mundo de sesgo de confirmación, cegado y nublado. Particularmente en el mercado inmobiliario…
Australia y nuestra relación con China
La reciente cumbre del G20 podría ser un importante punto de inflexión para Australia y China. Quizás vimos algunas señales de qué esperar el próximo año cuando China, en sus propios términos y dentro de su propia soberanía, decida relajar las medidas de bloqueo. Hay una sensación de cambio en el aire y estando en Australia, tal vez veamos estas cosas antes que otras.
Las relaciones entre China y Occidente realmente comenzaron a deteriorarse en 2018 cuando la antigua administración de Trump inició la guerra de los chips de computadora. Eso envió las cosas a una espiral y ahora estamos entrando en el quinto año del callejón sin salida.
China regresará al escenario mundial y llega en un momento en que también vamos a través de una transición energética única en la vida. Hay alrededor de 1.400 millones de vehículos en el mundo que actualmente funcionan con combustibles fósiles. En comparación, estimamos que hay entre 6 y 7 millones de vehículos eléctricos en el mundo y se espera que el número aumente a 150-200 millones para 2030.
China es el mayor fabricante mundial de automóviles eléctricos y un actor importante en la cadena de suministro de componentes críticos. Cada coche nuevo necesitará materias primas.
Y eso es solo autos, las ramificaciones para todo nuestro ecosistema energético son enormes. Mineral de hierro, litio, níquel, cobre. La transición a una economía más limpia requerirá todos estos insumos.
Por eso somos tan optimistas con Australia. No solo tenemos recursos de clase mundial, sino también una conexión cultural y geográfica con Asia a diferencia de América Latina o Canadá. Alrededor del 6% de la población de Australia tiene ascendencia china y la tensión política reciente ha puesto de relieve una sensación de inquietud entre el tejido de la comunidad social y empresarial, de la que los legisladores son conscientes.
En algunas partes del área metropolitana de Sydney y Melbourne, el idioma chino es hablado por el 10-15% de la población.
La propiedad australiana está respaldada por una economía fuerte
Podemos ver los auction rates semanales, los movimientos de precios aquí y allá, todo lo que queramos pero al final del día, Australia está perfectamente ubicada para convertirse en la Arabia Saudita del Pacífico. Un término que Peter aprendió de un mentor clave muy clave en su carrera cuando comenzó en el espacio de inversión hace 20 años.
Australia atrajo la segunda cantidad más alta de millonarios que emigraron de su país de origen. El dinero inteligente quiere venir a acá:
La normalización de las relaciones chinas, junto con un dólar estadounidense más débil y precios más altos de las materias primas, es uno de los temas de inversión más atractivos para impulsar las economías de Australia (y, en menor medida, de Nueva Zelanda) durante la próxima década.
Paula es Economista y Investment Specialist en Wealthi. Conectá con Pau en LinkedIn.